¿Qué tanto conoces de tu cultura? El Son de negro, una herencia que sigue viva
Al igual que yo, sé que muchos disfrutamos de los ritmos folclóricos de nuestra región, gozamos con el sonar del tambor y admiramos a los que bailan en representación de un ritmo, pero también tengo claro que muchos no sabemos la verdadera historia de nuestra cultura musical, simplemente dejamos que el ritmo nos lleve y gozamos de él. El Son de Negro es un particular ritmo folclórico que representa la lucha por la libertad, esas ganas de vivir sin el yugo de la esclavitud. Muchos de nosotros no sabemos su origen o a lo que realmente hace honor esta danza, por eso hago una atrevida investigación para mostrar lo que es El Son De Negro.

En la costa colombiana se goza de una mezcla étnica que nos conforma y enriquece culturalmente. Para entrarnos en lo profundo de este ritmo folclórico, hago antes un repaso leve por la historia, recordando que estas danzas nacen en los cabildos abiertos, que son los espacios de “descanso” que tenían los esclavos y en los cuales realizaban sus fiestas, cantaban, bailaban, haciendo honor a su cultura africana. El son de negro nace en estos cabildos abiertos, pero hay que resaltar que es una danza militar, es decir, una danza que nace con la expectativa de seguir luchando por su libertad, por eso los machetes representan el enfrentamiento que tienen con los españoles cuando estos los persiguen.(además de ser una herramienta de trabajo) Sin duda esta danza refleja la tradición de nuestra cultura, refleja la travesía que vivieron en su escape; en este punto resalto que no solo San Basilio en un pueblo negro, si no todos sus alrededores como, por ejemplo, Mahates, Malagana, Evitar, entre otros que se fueron formando mientras los negros seguían su camino hacia la libertad.
Hablando un poco del vestuario, se debe decir antes, que es una danza de solo hombres y aunque en la actualidad se incorpore a las mujeres, tradicionalmente solo bailan hombres el cual se viste con pantalón remangado, el torso descubierto y sombrero adornado con flores (Existe una transformación en lo sombreros como proceso de identificación entre zonas) antes los hombres se colocaban cualquier cosa en la cabeza para cubrirse del sol. Si analizamos este vestuario representa también su oficio como campesino y pescador.

Es una danza solo de hombres porque en ese momento de travesía las mujeres estaban es sus queseares, un hombre se viste de mujer como estrategia para captar la atención del blanco y cazarlo, ya que los españoles eran deslumbrados por los cuerpos esbeltos y grandes nalgas de las mujeres negras, cabe resaltar, que esta metodología de vestir a un hombre de mujer y las morisquetas que hacen al bailar, son sinónimo de burla para los españoles. Por último, el hombre se pinta de negro para mimetizarse en los espacios abiertos, aunque también se atribuye a la suciedad que traían por estar todo el día trabajando, mucho de ellos por cortar caña quemada.

No se sabe exactamente donde se originó este ritmo o más bien el espacio geográfico al cual se le puede atribuir su nacimiento aparte de los cabildos abiertos que entes mencioné, pero sí se detecta una gran concentración en la zona del canal del dique y el bajo magdalena, ya que allí se posicionaron varios palenques y en los cuales todavía prevalece esta danza.
No está demás reafirmar que este ritmo es una de las tantas riquezas que disfrutamos como herencia de África y por eso muchos de sus exponentes trabajan día a día por mantener un legado.
En Malagana.

Antes, la danza Son de Negro era echa por negros que venían cansados de trabajar, por eso no bailaban con tanto jolgorio a pesar de la alegría que tenían porque les habían dado permiso, además de eso, en Malagana eran señores mayores como Ramón Pío, Enrique Lourduy, como Italo que era uno de los más jóvenes, pero ellos bailaban igual que los viejos. Era un paso cadencioso, muy suave al ritmo del tambor que iba: pin pin pa – pin pin pa, pin pin pa, y así lo bailaban. el Son de Negro en Malagana sufre la transformación cuando asumo yo el tambor en la danza, como era joven y venía con la experiencia del festival de Santa Lucia que casi ganamos, entonces empecé acelerar el ritmo con el ultimo viejo que quedaba en la danza y era el que cantaba, entonces podía seguirme el paso cantando. Entonces es cuando Italo, Malucano, los mellos y el mono empezaron a salirse de la danza de Son de Negros porque no podían seguir ese paso. Es cuando iniciamos entre Boris Villalba, Danilo, Victor Tejedor y Luis Felipe Sanchez a meterle velocidad. Yo hago la transformación y le meto velocidad a la danza Son de Negro de Malagana, es mi aporte a la tradición del pueblo. Álvaro Llerena Martínez
Es grato saber que las tradiciones se van pasando a las nuevas generaciones, de esta manera Álvaro Llerena le pasa este legado a su hijo Thomas Llerena quien desde pequeño sintió amor por esta danza, él inició su vida artística con la danza Son de Negro, bailaba, tocaba las palma, hacia cualquier cosa por estar inmerso en este ritmo. A medida que fue creciendo se fue apropiando mucho más de la danza e hizo parte base de la agrupación. Con esto tuvo la oportunidad de viajar y disfrutar de la diversidad cultural que tenemos, vivió triunfos en festivales y carnavales como el de Barranquilla donde obtuvieron Congo de oro y ocho veces campeones en el festival de Son de Negro en Santa Lucía.
Me alegra encontrarme con personajes que trabajan por mantener sus tradiciones vivas, que honran la cultura y nos enseñan el verdadero valor del folclor colombiano. Mostremos nuestras raíces y resaltemos la herencia africana, llenemos de conocimiento el cerebro mientras hundimos el corazón en el sonar del tambor.
¿Qué tanto sabes de tu cultura?
Por: Miguel Marrugo
Foto Portada: Javier García
Foto contenido: Janer Amaris
Colaboración: Boris Villalba, Janer Amaris, Thomas Llerena