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Medio Ambiente: El respiro que el planeta tiene en medio de la crisis. Cartagena, ¿Eres consiente?



Me pretendía escribir un artículo sobre el medio ambiente, mientras pensaba la manera de iniciarlo, observaba desde mi casa la Ciénega de la virgen. Su vista desde una perspectiva alta y lejana; era intervenida por edificaciones de árboles y construcciones humanas. Entonces quise preguntarme cuantas zonas verdes aún nos quedan en la ciudad y qué tanta es la importancia de esta para nuestra sociedad. Pero estas dos interrogantes aún no me satisfacían, y sentía que había un vacío, que faltaba algo para complementar la realidad ambiental de una de las ciudades más importantes de toda la nación.


Luego de una universal reflexión, supuse que lo que faltaba para contribuir a la crisis de nuestro planeta, era tratar de encajar las conclusiones ambientales de Cartagena en las diferentes miradas científicas que impulsan una verdadera solución. Se trataba sencillamente de Informarme sobre las opiniones más actuales e importantes de intelectuales ambientalistas en todo el mundo y realizar una analogía con la ciudad de Cartagena. Induciendo de tal modo y expresado por medio de este artículo establecería una categórica posición.



Cartagena de indias cuenta aproximadamente con más de una centena de parques. (Incluyendo plazas, espacios públicos y privados.) Es normal encontrar en las familias algún tipo de árbol. O en términos más generales: la flora constituye parte de nuestra identidad cultural. Nuestra posición geográfica es insular, contamos con recursos hídricos naturales clasificados en bahías, ciénagas, afluentes y el borde de un mar. Este atributo nos caracteriza y distingue de los demás. Miles de personas son atraídas para contemplar y disfrutar de las virtudes y valores del mar. Está actividad genera un gran ingreso en el sector de la economía para nuestra sociedad. Pero el turismo desmedido representa un gran riesgo por los desechos de basura que son arrojados a las calles, Ciénegas, bahías y mar. Las instituciones gubernamentales se esmeran por promover una política de conciencia ambiental que no debe ser desmeritada, pero también es necesario profundizar con rigor hacia la expansión de una colectiva conciencia ambiental.


Pasemos a la importancia que brinda nuestra sociedad con respecto al tema ambiental: La principal empresa que transforma nuestros recursos hídricos hasta convertirla en la electricidad que da vida a nuestros equipos de cómputo, a la nevera que refrigera nuestros alimentos y mantiene frías nuestras cervezas, también es la misma que purifica el mar desprendiendo los compuestos salinos hasta que fluye el agua de nuestras llaves, dispensadores y regaderas.


El grupo Unión Fenosa. Empresarios españoles que introducen su capital europeo en material eléctrico y también hídrico en la región del caribe colombiano. Son los dueños y amos de los principales recursos que mueven a una sociedad: la electricidad y el agua.

Unión Fenosa designa a una organización empresarial destinada a la creación, control y mantenimiento del flujo de electricidad, su nombre: Electricaribe.

Las transformaciones de la energía del agua a diferentes circuitos de la sociedad, inicia desde el Valle de Aburrá, allí grandes máquinas transformadoras se encargan de esa extracción elemental, luego toda esa energía es almacenada en estaciones que se encargan de distribuirla a torres eléctricas desde Antioquia hasta llegar a nuestra ciudad. Es normal ver estas torres cuando viajamos por los diferentes municipios que conforman a la región caribe y hasta llegar a la región andina del Valle de Aburrá.

En medio de todo esto, surgen incertidumbres cómo, por ejemplo: ¿Es posible reorganizar una empresa de organización eléctrica? ¿Por qué ingenieros eléctricos colombianos no asumen tal responsabilidad? ¿No sería mucho mejor si colombianos manejáramos nuestros propios recursos naturales?


Un técnico Electricista con más de veinte años de trabajo en sus contratistas nos brindó la anterior información. Además, afirma que, aunque existan profesionales colombianos en el campo de la energía, sería decisión de los gobernantes intervenir y cambiar tal organización, es decir: liquidar la compañía extranjera y crear una autónoma organización.

Con el caso de los acueductos y alcantarillados sucede que existe una planta de tratamiento de las aguas, pero a diferencia de la energía, esta es extraída principalmente de la región caribe. Luego pasan a estaciones de bombeo que reparten a los tubos madres y estos a nuestros hogares. La planta principal de acueducto de Cartagena se encuentra en el barrio Paraguay. Mientras que la sede principal de Electricaribe se encuentra en el edificio inteligente de Chambacú.


Hasta este momento hemos analizado brevemente cuatro puntos importantes del medio ambiente cartagenero: zonas verdes, turismo, electricidad y agua. Y el denominador común es que se necesita una mejoría, desde la implementación de proyectos que mantengan los parques, una mayor educación para el nativo y el extranjero con respecto al reciclaje, y mejoras en los procesos de mantenimiento de los servicios públicos del agua y la electricidad.

Ahora imaginemos unos segundos que estamos desnudos, no está la casa que nos resguarda, tampoco ninguna otra construcción a nuestro alrededor, esto incluye carreteras, edificios, escenarios deportivos, hospitales parques, etcétera. Únicamente el cielo con sus aves, las edificaciones de árboles y los sonidos de múltiples especies animales. Y tú como único ser en el mundo.

Muchos aseguran que el planeta tierra estaría mejor sin nosotros, los seres humanos. Somos los únicos que diseñamos bombas atómicas para asesinar a otros humanos, contaminamos la troposfera con insaciables máquinas de producción y para colmo, nos cuesta trabajo echar a la basura el empaque de un producto terminado.



Pero es imposible volver al paleoindio. Y negar la existencia de las construcciones humanas. En base a ello muchos científicos de las ciencias sociales como Enrique Leff, Jorge Riechmann entre otros. Sostienen que el principal problema actual de la sociedad es el capitalismo. Estos intelectuales sostienen que el afán incontrolado por producir y consumir es la fuente del actual malestar de la tierra. El capitalismo actúa bajo un extractivismo de recursos naturales (agua, fósiles, minerales e incluso corporal.) Entonces al igual que en las otras ciudades del mundo Cartagena no escapa de esta cultura del capital. Allí adaptamos nuestra ciudad al darnos cuenta que nuestros sencillos hábitos son iguales que a todos los demás. Entonces surge una reunión necesaria a nivel Global. Ya que al ser parte del planeta también somos parte del problema. Y por obvia razón: parte de la solución.


Dejar de lado el estado de monoshock (suceso único que hace percibir la realidad de otra forma) generado por el corona virus sería desconocer un grabe problema ambiental de la actualidad. Así que comentaremos brevemente sobre esto. Los virus han existido desde los tiempos más remotos de la humanidad. Siempre han estado en el medio ambiente, e incluso sin ellos no hubiera humanidad. En este caso el covid-19 apareció para dar un freno de emergencia al tren descarrilado y acelerado que lleva por nombre “sociedad occidental'.


Las grandes industrias y la economía en general se detienen inesperadamente por la aparición de un virus que no conoce de capital.

El capitalismo es decrecimiento, es crecer para destruir. Así se ha manifestado incontables veces, mucho antes de la emergencia sanitaria, económica y social. Entonces debemos convertir este problema en oportunidad, y si bien estamos en una época de crisis (crisis ambiental, social, ecológica, existencial, ontológica, y de racionalidad) debemos enfocarnos en aprovechar este tiempo para conocer lo más que podamos a nuestra sociedad. Por adquirir una responsabilidad por la vida. Todo esto a través de la aplicación de una política de la diferencia, descubriendo la ética de la otredad y la ontología de la diversidad. Así, sencillamente entenderemos la capacidad de la biología terrestre y la posición del ser humano en la atmósfera.


Y aunque bien es cierto que está emergencia puede abrir la puerta para nuevos modelos autoritarios. Debemos ser autónomos y enfrentar cuestiones de moralidad:


¿Quiénes me mandan a reorganizar la vida?

¿El gobierno o yo? Es una oportunidad clara para también mirar más allá. Entonces entendamos las capacidades del cuerpo ¿Cómo entendemos en este cambio las sensaciones, percepciones, deseos, emancipaciones?) Es decir: ¿Podremos dar besos, abrazos, bajo el mismo instinto que lo hacíamos antes de la pandemia?

Hagamos todo el esfuerzo porque esta transición no sea más decadente y por contrario, que un planeta se torne más armónico. Al igual que otras poblaciones humanas utilicemos de la fauna y la flora lo necesario.


En los diálogos de las ciudades europeas se plantean en la actualidad conversatorios con el fin de implementar soluciones para acabar la problemática del medio ambiente. Entre tantas iniciativas resaltan las palabras capitalismo verde. Entonces se supone utilizar pensamientos y acciones biodegradables. Reemplazar los métodos de transformación energética convencionales por paneles solares apropiados. Pero. ¿Es esta una lucha entre sociedades industriales Vs el planeta tierra?


¡No cuidar el planeta es no cuidarnos a nosotros mismos!

Entonces resalta la necesidad de ser actores activos de está trágica realidad.

En esta transición no esperemos dormidos una vieja o nueva normalidad. Seamos constructores de ella, aunque sea con un simple like. Hagamos algo para ser responsable de nuestra propia naturaleza. Y así los árboles y plantas que acompañan nuestros hogares no se acabarán en un futuro muy cercano por agua, y nosotros estaremos disfrutando de sus frutos y el aire puro que reproducen para nuestro bienestar. Las personas que asuman los cargos del gobierno propondrían cambios definitivos para cambiar las estructuras empresariales y se empiece a forjar una auténtica identidad territorial.


El medio ambiente es tuyo, mío y de todos los demás.

Por: Héctor Alonso Pérez Bettin.

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