Fundación LEARTE. Cultura-Historia-Medio Ambiente.
La Fundación Learte trabajó en el Corregimiento de Bayunca un proyecto de reforestación para brindar educación ambiental a la población, parten de la sensibilidad humana tomando como núcleo fuerte a las mujeres, niños y jóvenes de la comunidad. Como fue un trabajo de educación ambiental se realizaron actividades de manualidades creando juguetería con materiales reutilizables como por ejemplo la bola de trapo, el boliche-la coca, el caballo de palo, las muñecas de trapo y muchos más emblemas infantiles que se han ido perdiendo, pero que no dejan de ser importante en la vida de un niño más cuando hacen parte de la memoria joven de los adultos y por consiguiente pasan como legado cultural a sus hijos; por eso puedo decir que es un proceso de reconstrucción de la memoria que genera un cambio mental en pro del ambiente.
Para afirmar mi posición anterior tomo como ejemplo la reunión que tuvieron madres e hijos de la comunidad en una mesa de dialogo dónde contaban como era ecológicamente ese territorio, haciendo énfasis en todo lo que la naturaleza les brindaba, la costumbre de lavar la ropa en agrupaciones que se hacían en los ríos, además de la magia que brotaba de los árboles frondosos y que lastimosamente la sociedad se ha encargado de desaparecer. Ese toque de nostalgia que se generó en los niños a través de las historias, se vio reflejado en dibujos que los pequeños realizaban materializando esas anécdotas en su imaginación.
A partir de la exposición que se hizo de los trabajos, un pintor profesional creó tres bocetos recopilando todo lo plasmado en los mapas ecológicos que hicieron los niños, de ahí se escogió uno el cual se perfeccionó en un gran mural pintado por madres, hijos y todos los participantes de la mesa de dialogo; este gran mural revive la memoria y la naturaleza.
Ahora la fundación se concentra en un Grupo de lectura crítica. Jóvenes que preguntan y cuestionan, jóvenes que creen en la posibilidad de crear magia a través de la lectura, en el susurro de la aurora, en el canto alegre de la alondra.
Se reúnen a desglosar libros críticamente para alimentase de literatura y generar el hábito de lectura que es muy necesario en la sociedad. La idea es crear estos colectivos de lectura en toda la zona norte desde Santa Rosa hasta Puerto Rey armando una red conectada a la lectura.
Felicitaciones a la Fundación Learte por tomar el camino de la educación para guiar a la sociedad hacia un mejor futuro.