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¿Dónde nació la Cumbia? Su origen a través de llamativos y silenciosos comentarios

La cumbia es identidad cultural para nuestra región caribe, todo Colombia y otras regiones del mundo. Este sonido reformado y expresado en celebraciones culturales de nuestra sociedad esconde grandes incógnitas a lo largo de su existencia. Los datos suministrados en una conversación entre el Antropólogo Darío Blanco y el presentador Felipe Gallego en la décima tercera feria del libro y cultura realizada por la alcaldía de Medellín y la universidad de Antioquia, se exponen varias informaciones sobre este sonido genérico. Informaciones históricas y antropológicas que se derivan básicamente del libro “la cumbia como matriz sonora de América latina”. Cuya autoría es de uno de los participantes de la conversación el doctor Darío Blanco Arboleda. Principalmente se pretende explicar un origen para la cumbia. Lo cual es indeterminado. Ya que los orígenes musicales son principalmente construcciones mitológicas.



En esta construcción mitológica nos encontramos con dos supuestos originarios: Un origen africano sustentado por Los Hermanos Zapata Oliveira, y dónde es situada originariamente en Cartagena de Indias. El otro supuesto está liderado por José Barros Palomino y lo establece como Origen Indígena surgido en el municipio del Banco, Magdalena. En la actualidad este debate continúa y se desprenden tendencias de acuerdo a los previos y supuestos orígenes.


En sus inicios descriptivos se habla de un baile o danza donde existe un cortejo hombre -mujer, y luego se agregan velas y trajes coloridos como atavíos femeninos. Hasta ese momento, estamos hablando de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, según las notas de la época escritas por algunos centralistas del país “la música del caribe es música de monos, era una expresión de esclavos, se generaba un ruido por los palos rasgados en el suelo, era cien por ciento popular, era disonancia.” Paradójicamente la modernidad entró a Colombia por los puertos del Caribe, por ejemplo: Los medios de comunicación, las primeras aerolíneas y las grandes disqueras. Fueron estás últimas de origen norteamericanas que observaron valor en los sonidos del caribe colombiano. Entonces deciden producir y curar estos sonidos; hacen del Bambuco un género musical industrializado, pero externamente, porque en Colombia seguía teniendo una condición cultural de inferioridad, debido al dominio político de familias anglófilas.


La forma básica de su desarrollo musical consta de instrumentos sencillos como la flauta de millo y tambores, y así surgieron para la mitad del siglo XX sus primeros y más reconocidos exponentes: lucho Bermúdez crea una banda bastante negra en relación con el sonido tradicional y consigue tocar en grandes salones musicales de Bogotá, Cali y Medellín. Esta muestra a las grandes élites del país la música del caribe colombiano. También realiza una gira por Argentina dónde logra dar mayor reconocimiento a la cumbia colombiana. Otros artistas destacados son Francisco “Pacho” Galán y Efraín Orozco. Cabe destacar que estos artistas cambiaron en sus estilos sonoros por la inclusión del clarinete y otros instrumentos, todo con la intención de ser más acogidos. De esta manera este “Sonido Genérico” referente del caribe colombiano que abarca varias sonoridades logra instalarse por todo el continente; principalmente en las provincias del norte de argentina, en las etnias del Perú y la zona central y norteña de México.



Entonces ya las canciones que en un principio eran interpretadas por músicos colombianos se fueron transformando de acuerdo al gusto de los habitantes de las distintas regiones americanas, en algunas partes le agregaron acordeones, órganos y baterías. Además, este fenómeno se consolidó en los años 70 y 80 con el surgimiento de la clase popular de las naciones latinoamericanas, Aquel momento en que la ciudad se fue llenando de personas del campo. Para entonces era un promedio de 70% u 80 % la población rural y el resto correspondía a lo urbano.


Hoy en día es lo contrario. Aquellas personas migrantes y necesitadas de un escudo cultural para anclarse en los territorios de la ciudad y evitar ser desprestigiados por un mestizaje blanco, encontraron en la cumbia esa identidad territorial obligada. Las letras referentes a temas del campo y la mezcla de técnicas modernas musicales muy citadinas se posicionaban como un salvavidas cultural muy apropiado: la neutralidad necesaria entre citadinos, indígenas y campesinos. En los años 80 el sonido de la cumbia en Colombia se vio opacado por el vallenato. Pero en otros países se consume con más fuerza, hasta tal punto que, siendo Colombia inicial en sus sonidos, hoy en día adaptamos a nuestra cultura estilos extranjeros de cumbias con un diseño reformado, el mayor ejemplo es ir a un estadio de fútbol y escuchar las cumbias villeras de origen argentina. Sin embargo, en las últimas décadas se han mantenido activas muchas iniciativas cumbieras autóctonas y otras también se han reformado, cómo por ejemplo los Gaiteros de San Jacinto y Bomba Stereo.


Mientras las insinuaciones alarmantes nos dan aviso de lo que debemos apropiarnos, yo intentaré seguir al tanto de lo que produce mi exprofesor Darío Blanco (a quien admiro mucho por su retórica, retentiva y dialecto) para seguir suscitando en próximos artículos: “llamativos y silenciosos comentarios”.


Por: Héctor Alonso Pérez Bettin

Fotos: Charly Salamanca y Javier García

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